Cómo subestimar el poder de los aromas, maestros en el arte del recuerdo. Combinados pueden ser la más dulce melodía olfativa esbozando los más perfectos recuerdos.
Son una máquina del tiempo, un tren en el que viajar cuyos vagones nos remontan a momentos concretos a situaciones concretas. Guardianes de sensaciones, testigos de nuestra memoria.
Cuantos recuerdos pueden vivir en un frasco de perfume. Destapar una fragancia empolvada en un baúl y volar a otra época, a un abrazo, a una sonrisa.
Cada persona representa un olor, una piel, un sentir. Las notas se combinan y asocian en nuestra piel dándonos forma, describiéndonos. Elegir las notas que nos definen, que dibujan nuestra personalidad y dejarlas volar en nuestra piel. Cerrar una puerta y saber que nuestro recuerdo permanecerá tras nuestra marcha, que vivirá en la memoria de notas olfativas poderosamente asociadas.
