Materias primas naturales versus sintéticas en perfumería moderna

Desde el nacimiento del perfumería moderna, cosa que ocurría  a finales del siglo XIX, ya existían sustancias sintéticas, como por ejemplo la cumarina sintética, que huele como el heno acabado de cortar, la vainillina, imitación de la vainilla, el jazmín sintético, el neroli, y muchas otras sustancias que aparecerían después.

Las materias primas son los ingredientes usados en la fórmula del perfume. Naturales o sintéticas, forman la paleta del perfumista y se combinan entre sí para componer una creación original. El perfumista dispone en promedio de 4 500 materias primas y las posibilidades de combinaciones son infinitas.

En un principio, los sintéticos se utilizaban para crear variaciones en las notas de un perfume, para que los olores de un perfume fuesen diferentes, para aumentar su intensidad, pero poco a poco fueron introduciéndose más y más, hasta llegar al punto en que algunos perfumes eran completamente sintéticos

El primer perfume que utilizó estos nuevos productos es el célebre N° 5 de Chanel, creado en 1925, en cuya composición entra un aldehído. y Jicky de Guerlain, que utilizaba ya una nota basada en la cumarina, para darle el aspecto chipre que lo hizo famoso y lo convirtió también en uno de los primeros perfumes modernos.

Las materias primas sintéticas son, en nuestros días, la base de la perfumería. Los progresos realizados por la química moderna desde mediados del siglo XIX han permitido desarrollar una perfumería industrial que responde a las expectativas de calidad y de volumen del mercado mundial.

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  • Ventajas e inconvenientes de las materias naturales

Las materias naturales aportan sutileza, diversidad y complejidad. Se adaptan muchísimo mejor a nuestro propio olor corporal, nos dejarán una sensación positiva provocada por las distintas esencias y aromas en nuestro cerebro. Las materias naturales son tremendamente evocadoras. No provocan alergias; no dejan toxinas ni productos químicos en nuestra piel, evitando el riesgo casi por completo de sufrir alguna alergia o irritación en la piel. No son irritantes, y son muy convenientes para niños y pieles sensibles.

Sin embargo, las materias naturales duran en la piel menos que los sintéticas y si bien los aceites naturales son más complejos químicamente, esto no significa que el perfume huela más completo en su composición. El aceite natural de rosas no huele a rosas, y las mejores composiciones de esta nota deben ser complementadas con materias sintéticas para que estos aceites huelan como la flor. Por otro lado, un perfume cuyos componentes sean completamente naturales se encarece, dependiendo de qué notas utilicemos, especialmente si se incluyen notas orientales. Entonces se decide algunas veces que una de las notas podría ser sintética. Por ello en un perfume, una nota sintética necesaria será bienvenida.

  • Ventajas e inconvenientes de las materias sintéticas

 

Entre las ventajas que podemos resaltar sobre las materias primas sintéticas yo mencionaría las siguientes; la primera que presentan una cualidades olfativas del todo comparables a las de las materias primas naturales. Por otro lado, las materias sintéticas dan fuerza y son más obvias. Los químicos aromáticos permiten crear efectos, sirven para realzar el frescor de un aceite esencial o difuminar un carácter, facilitan la creación de puentes dentro del perfume, y sobre todo pueden separar las notas entre sí. Además su elección responde muy a menudo a exigencias ecológicas y nos aportan cierta constancia en la calidad de los productos. Es solo gracias a las sustancias sintéticas que los perfumistas modernos pueden extender la vida de las fragancias de un par de horas sobre la piel hasta 12, 24 o más. Si los perfumes fueran naturales, se echarían a perder en las botellas en un par de años y no alcanzarían edades de 10 o 20 años cuando se guardan de forma apropiada.

Sin embargo, las materias primas sintéticas, como erróneamente se cree, no son siempre menos costosas que las materias primas naturales. Determinados compuestos utilizados en la fabricación de perfumes y aguas de colonia podrían tener efectos como disruptores endocrinos y sus consiguientes efectos adversos sobre la salud. Otras sustancias presentes en la composición de los perfumes podrían causar problemas en individuos asmáticos, y/o alérgicos a alguno de sus compuestos. La gran mayoría de los perfumes contienen sustancias químicas que pueden ser peligrosas para la salud, y además son muy difíciles de eliminar. Varios estudios corroboran que prácticamente todos los perfumes analizados contienen ftalatos y almizcles sintéticos que pueden resultar tóxicos y afectar a la reproducción, entre otras cosas. Estudios realizados en todo el mundo han puesto en evidencia que algunos de estos ftalatos encontrados en los perfumes, como el DET, penetran rápidamente en la piel y se distribuyen por el cuerpo con cada exposición, lo que podría tener efectos en el ADN del esperma o contribuir a limitar la función pulmonar en los hombres.  En cuanto a los almizcles sintéticos, está demostrado que interfieren en los sistemas hormonales de peces, anfibios y mamíferos, y agravan los efectos de la exposición a otros tóxicos químicos. Dos de ellos, el HHBC y el AHTN, tienen efectos antiestrogénicos y estrogénicos.  También se pone de manifiesto que en el caso de los perfumes, el riesgo para los humanos es mayor que en otros productos, puesto que la exposición se produce «durante días, meses y años». De hecho, la presencia de estos compuestos químicos se detecta habitualmente en la sangre, en la leche materna e incluso en el agua de lluvia.

Por supuesto, dentro de cada grupo hay grados de calidad que tienen que ver sobre todo con la pureza de la materia prima. A medida que el presupuesto invertido en materias primas asciende en la previsión de gastos que una casa de perfumes hace para un nuevo lanzamiento, la posibilidad de que se empleen productos de origen vegetal aumenta considerablemente. Los perfumes de mejor calidad llevarán ingredientes naturales en una generosa concentración junto con químicos aromáticos de origen vegetal para lograr crear la forma deseada por el perfumista con mayor precisión.

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