«Sasi guztien gañetik, laño guztien azpitik
Hurgando un poco en la historia…. Akelarre es una palabra que el euskera ha donado a las demás lenguas, significa reunión de brujas, una reunión para adorar al diablo. El diablo se presenta a esas reuniones con forma de Macho Cabrío, generalmente negro, Aker Beltz. Eran fiestas en las que se comía y se bailaba y se festejaba hasta más allá del decoro. Algunas de las brujas yacían con el diablo mismo, otras se dedicaban a “iniciar” a los recién llegados, había niños que guardaban rebaños de sapos, y aunque había presencia de ambos sexos, la mayoría eran mujeres.

En muchos procesos contra brujas se citan sus ungüentos y sus polvos, las brujas se tenían que untar un ungüento para poder ir a sus reuniones, no solo mediante fórmulas verbales como «Sasi guztien gañetik, laño guztien azpitik» se vuela, las plantas tienen mucho que ver en ello. Hablamos de plantas como la mandrágora (urrillo-belar), difíciles de conseguir en Euskalherria pero con un trasfondo mítico muy fuerte, pero plantas como el beleño (txantxarra), la belladona (zigarra) o la digitalina son fáciles de encontrar. Por no hablar de los sapos, si hay dos animales que siempre se unen a las brujas son los gatos negros y los sapos. Se sabe que la piel del sapo segrega una sustancia tóxica de fuertes poderes alucinógenos. Si esta sustancia mezclada con las cantidades exactas de digitalina (conocida como kukuprakak y belladona, o beleño, o el cornezuelo, un hongo parásito de las gramíneas, con una base de grasa, que para asustar más al común de los mortales se podía decir que era grasa de niño, ya teníamos un ungüento que si bien tal vez no nos lleve volando a un akelarre nos puede hacer tener unas alucinaciones tremendas.
No hay que olvidar que las brujas eran herboleras, con sus dos aspectos, la herbolera que sabe sanar, pero también la herbolera que sabe matar, y aunque muchas de estas plantas en un uso correcto son beneficiosas para la salud, subiendo la dosis todas son alucinógenas y con pasarse dos gramos ya pueden resultar mortales.