Lavándula la primera hada de la lavanada, viajaba por todo el mundo conociendo a distintas hadas y disfrutando de la belleza de este mundo.
Cierto día, mientras viajaba por Europa, Lavándula encontró un paisaje árido y seco, era la zona de la Provence, en Francia.
Ver un paisaje tan desierto y sin nada de vegetación le provocó una profunda tristeza y comenzó a llorar.
Mientras sobrevolaba la zona, sus lágrimas caían en la tierra reseca humedeciéndola e impregnándola de su magia feérica.

Al cabo de un rato, cuando se sentía más tranquila y calmada, levantó la vista y no pudo creer lo que veía, lo que antes era un campo yermo ¡ahora era un paraíso de plantas con largas flores moradas!
El olor de estas flores transmitía todo lo que ella era: calma, serenidad, protección, frescor, limpieza,… Habían nacido de su propia esencia. Esencia que hoy en día usamos precisamemte para calmar, relajar y procurar tranquilidad, un tema en el que puedes profundizar con nuestro curso online de aromaterapia.
Y así fue como apareció la lavanda y como Lavándula encontró su cometido. Desde entonces, el hada dedicó su vida al cuidado y propagación de la lavanda, aunque poco a poco las tareas de cuidado las fue delegando en el resto de hadas de la lavanda que fueron apareciendo y ella asumió toda la responsabilidad de la propagación de la planta, ya que como sabréis hoy en día la lavanda se extiende por gran parte del mundo.
Espero que os haya gustado. Aquí os la dejo, para.que si alguma vez os cruzais con ella la reconozcáis
