La verbena- belar gorri (Verbena officinalis) es una planta herbácea perenne, de terrenos incultos, que crece hasta los 30- 60 cm o más de altura. Su tallo es recto, cuadrangular, muy ramificado, y está marcado por dos surcos longitudinales. Las hojas son opuestas, pecioladas, rudas, pinnadas, lanceoladas y con lóbulos profundos. Las flores son de color azul púrpura o lila claro y se agrupan en espiga axilares y terminales que florecen en verano de junio a septiembre. La verbena crece silvestre en los bordes de caminos, prados pisoteados, escombreras ,en zonas generalmente nitrogenadas y algo húmedas.

También llamada hierba de todos los males o hierba santa, a la verbena se le atribuían tantas propiedades que encaja muy bien en la definición de panacea, en la antigüedad fue señalada como una hierba sacra, usada en ceremonias religiosas y rituales para limpiar y defenderse contra enfermedades demoníacas.

Como hierba medicinal se utiliza la planta entera desecada, sobre todo las sumidades floridas y en menor medida la raíz. La verbena contiene iridoides heterosídicos (hastatósido, verbenalina o verbenalósido, dihidroverbenalina y aucubósido) mucílagos, glucósidos, aceite esencial (citral, terpenos, alcoholes terpénicos y geraniol), saponina, ácido silícico, ácido cafeico, taninos y principios amargos.

Los heterósidos iridoides (verbenalol) producen un efecto antiinflamatorio, analgésico local y ligeramente parasimpaticomètico, con una acción sedante, espasmolítica, estimulante del peristaltismo intestinal y la diuresis, reductora de la frecuencia y fuerza del latido cardíaco. Los iridoides también ejercen un efecto calmante sobre la mucosa respiratoria inhibiendo el reflejo de la tos. Debido a la presencia de taninos tiene una cierta acción astrigente. Los mucílagos le confieren una actividad demulcente y antiinflamatoria

Por su actividad sedante es utilizada para combatir el insomnio provocado por estados de nerviosismo que no permiten conciliar el sueño. Acaba con las migrañas por su actividad antineurálgica y sedante. Los preparados basados en sumidad de verbena se han utilizado tradicionalmente por vía interna en afecciones de las mucosas bucofaríngeas y de las vías respiratorias y para el tratamiento del nerviosismo, insomnio, ansiedad, agotamiento físico, agotamiento psíquico, dispepsias, discinesia biliar, oliguria, retención de líquidos, edema y artritis, También se ha utilizado por vía tópica para el tratamiento de dermatitis, prurito y quemaduras

La verbena tiene propiedades galactogogas que se han atribuido a la aucubina. Han utilizado extractos del fruto de la verbena para tratar las dismenorrea y estimular la lactancia. La verbena tiene propiedades parasimpáticas débiles, que provocan una ligera contracción uterina. Se ha descrito que la verbenalina tiene actividad estimulante uterina.

Como precaución mencionar que los extractos de verbena pueden presentar una cierta acción hipotiroidea por lo que pueden bloquear la acción de determinadas hormonas y que el verbenalósido puede causar un efecto uterotónico y dificultar las contracciones características del parto – está prohibido su uso en mujeres embarazadas. A dosis elevadas la verbenalina provoca la parálisis del Sistema Nervioso Central, lo que causa la aparición de estupor y convulsiones.