El saúco, también conocido como «la farmacia del pobre», es un árbol de la familia de las caprifoliáceas, su tronco varía en altura entre 2 y 5 metros, su color es verde oscuro, las flores blancas y su fruto es en forma de bayas negruzcas. Usualmente la recolección de flores de saúco se produce en primavera y a principios de verano.

En la medicina natural popular se ha utilizado el saúco (Sambucus nigra) para tratar infecciones, pero a lo largo de la historia se le han dado muchas otras aplicaciones. Por ejemplo, los egipcios lo empleaban para curar quemaduras y como tónico fortalecedor.
La ciencia ha probado muchas de las indicaciones terapéuticas, sobre todo en relación con el tratamiento de gripes y resfriados. Las flores de saúco se usan para bajar la fiebre, disminuir la inflamación y aliviar la irritación y también por sus efectos diuréticos.

Como vemos la infusión es el método más utilizado y conveniente para la extracción de las propiedades más sensibles de la flor del saúco. Se ponen en una taza las flores de saúco, desmenuzarlas y sobre ellas verter agua hervida, luego debes taparlas, dejarlas en reposo unos cinco minutos. Se puede endulzar con una cucharada de miel y tomar unas tres veces al día.
Sin embargo, a pesar de sus propiedades descritas me gustaría mencionar sus buenisimas propiedades para la piel. podemos hacer una pomada casera muy eficaz en caso de necesitar que cicatricen ciertas heridas como las grietas en la piel de las manos, pechos; tan solo necesitamos 6 partes de vaselina líquida y la mitad de hojas frescas de saúco.
Como farmacéutica no podía pasar sin mencionar una fórmula magistral muy demandada en las oficinas de farmacia para el tratamiento del herpes y otras afecciones cutáneas – sulfato de zinc o de cobre al 0,1% en infusión de flor de saúco- se trata de un buenísimo antiséptico y astringente en afecciones de la piel. Aplicaremos un poquito con una gasa impregnada sobre la zona afectada.