El nombre de Malva deriva del latín mollire, que hace referencia a sus propiedades emolientes. Muy común en todo el hemisferio norte podemos encontrarla en casi cualquier sitio, junto  a los caminos  y pastos e incluso en las aceras de las ciudades.
Sus hojas son muy variables y las flores de color rosa o moradas con venas púrpuras más oscuras.

Las flores de la malva ( Malva sylvestris) son muy utilizadas en fitoterapia por sus propiedades demulcentes y emolientes. Su rico contenido en mucílagos la convierten en un » bálsamo» actuando como antiinflamatoria local de las mucosas gástricas y del aparato respiratorio. Constituye un remedio de primer orden para eliminar la mucosidad que se acumula en las vías altas y combatir la tos suavizando la garganta , se indica  en amigdalitis, bronquitis, laringitis y procesos gripales. También muy utiliza para regular el tránsito intestinal y aliviar el estreñimiento, Es adecuada para ayudar en el tratamiento natural de enfermedades como Crohn o colitis ulcerosa.

Las decocciones de hojas y flores en uso externo y  las cataplasmas de hojas calientes  ayudan a mejorar abscesos, eccemas, llagas, conjuntivitis y panadizos.