El diente de león (Taraxacum officinale) debe su nombre a la forma recortada de sus hojas parecida a dientes agudos y curvos; otros nombres con los que también se le conoce hacen referencia a sus propiedades- taraxacón ( castellano) o tarassaco (italiano) vienen de su nombre en latín Taraxacum que quiere decir “remover” y hace referencia a sus propiedades suavemente laxantes. Aunque es originaria de Europa y Asia, en la actualidad se puede encontrar por todo el mundo. Crece tanto en praderas como en terrenos baldíos, cunetas de carreteras y hasta en las macetas, siendo considerada a menudo como una mala hierba.

De esta planta se utiliza principalmente la raíz, pero también las hojas e incluso la planta entera sin las inflorescencias. Excelente planta depurativa hepática y renal- actúa como diurético aumentando la diuresis limpiando las vías urinarias y los riñones y ejerce una doble acción sobre el hígado: por un lado estimula la producción de bilis (efecto colerético) y, por el otro, su vaciado desde la vesícula biliar hacia el duodeno, facilitando la digestión de las grasas También muy empleada en trastornos digestivos leves (pesadez, flatulencia y digestión lenta) y como laxante suave. Por su sabor amargo tiene también un efecto aperitivo y puede utilizarse para abrir el apetito- es fuente de vitaminas A, C y K, E, ácido fólico, pequeñas cantidades de vitaminas del grupo B, e inulina. Las hojas, los tallos y las flores de pueden consumirse crudos (en ensalada, por ejemplo) o se pueden comer cocidos. La raíz generalmente se seca, se muele y se consume como un sustituto del té o del café.