La amapola. Propiedades medicinales

La amapola (Papaver rhoeas) es una planta anual de apenas 30 cm de alto que florece desde mediados de marzo y se mantiene hasta principios de verano. La reconoceremos por sus tallos erectos, hojas basales divididas y dentadas, ásperas al tacto y flores de pétalos rojos grandes y solitarias.

Los pétalos desecados, enteros o fragmentados de la amapola (Papaver rhoeas) contienen alcaloides isoquinoleínicos como la papaverina y la rhoeadina, ácidos papavéricos y mecónico, así como mucílagos y taninos. 
Se han empleado popularmente como sedante y antiespasmódica en casos de insomnio, ansiedad y nerviosismo. Gracias a los mucílagos se les atribuye la acción demulcente y antitusiva útil para tratar enfermedades y transtornos de las vías respiratorias. En uso externo, la amapola se ha indicado también contra conjuntivitis y la inflamación de párpados por alergia al polen o a los ácaros.

El látex puede provocar dermatitis de contacto.

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