La uva de gato (Sedum album) es una planta perenne que florece desde junio hasta bien entrado el verano, dando unas flores blancas delicadas. Se suele encontrar en suelos secos, sobre las rocas, aunque no es raro verla también en muros o tejados. Es una planta perteneciente a la familia de las crasuláceas – se llaman así por la crasitud de sus hojas que constituyen reservas de agua y les permiten resistir periodos prolongados de sequía en suelo y aire. Soporta bien las fuertes variaciones de temperatura. Se expande por toda la Península Ibérica, además de por Europa y algunas zonas de Asia.

En su composición encontramos cenizas, óxido cálcio, óxido de potasio, óxido de sodio, magnesio, hierro, mucílagos, ácidos orgánicos y taninos

La uva de gato tiene propiedades astringentes, vulnerarias y refrescantes Se emplean externamente las sumidades floridas en decocciones a modo de emplastos y cataplasmas para la cicatrización de las heridas, úlceras, llagas, y hemorroides sangrantes.

Internamente también se emplea el zumo de la planta fresca bebido con agua y azúcar en pequeñas dosis, yo realmente no la consumiría ya que tiene cierta toxicidad y puede dar lugar a síntomas de intolerancia por lo que es mejor no utilizar esta planta por vía interna, si a nivel local en forma de cataplasmas.