La equinácea. Propiedades medicinales

La equinácea es una planta originaria de las praderas de las regiones centrales de Estados Unidos, muy conocida y utilizada desde hace siglos por los indios nativos. Exportada a europa a principios del s. XX en la actualidad es muy cultivada en todo el continente, sobre todo la  E. purpurea. Es una planta herbácea de aproximadamente un metro de altura, con hojas enteras y lanceoladas con tres nervaciones. Las flores son grandes y bastante espectaculares, con colores rosas y púrpuras, difíciles de confudir.

Existen varias especies y variedades de equinácea, pero sólamente tres de ellas son utilizadas con fines medicinales: E. angustifoliaE. pallida y E. purpurea.

La droga la constituyen las raíces y las sumidades floridas, que se administran por vía oral o tópica en forma de droga pulverizada, zumo obtenido por expresión de la parte área, extracto fluido o seco y tintura.

Se considera a la equinácea una planta inmunomoduladora capaz de estimular la respuesta inmunitaria sobre todo a corto plazo, por ello los tratamientos con ella no debería ser prolongados ( no más de 8 semanas) por posible disminución de su efectividad.

Actualmente se emplea sobre todo en la profilaxis y tratamiento de afecciones de las vías respiratorias (resfriado, gripe, bronquitis, laringitis, faringitis, sinusitis…) al inicio de los síntomas y se continúa durante una o dos semanas. Ayuda a prevenir resfriados y catarros, mejora los síntomas y evita recaidas. Localmente presenta actividad cicatrizante y puede emplearse el jugo en lesiones dermatológicas como acné, psoriasis, eccemas y heridas superficiales.

Deja un comentario