La calendula- Ilenaren lorea (Calendula officinalis) aunque es originaria del sur de Europa, hoy en día es ampliamente cultivada como ornamental por lo que es fácil encontrarla en jardines y terrazas. Son hierbas de escasa altura, de tallos erectos y ramificados desde la base formando densas matas; con hojas lanceoladas, y simples, de entre 5 y 20 cm de largo. Las flores son muy vistosas, de colores que van desde el amarillo al naranja intenso y capaces de florecer casi todo el año.

El nombre de caléndula deriva del latín, de la palabra calendae, que es el nombre con que se designaba el primer día de cada mes (calendas de marzo, primer día de marzo, etc.). Parece que esta referencia del nombre al calendario se debe a su capacidad para florecer prácticamente en todos los meses del año. También se la conoce con otros nombres que hacen referencia a la vistosidad de sus flores, como maravilla, botón de oro o corona de rey En Europa, en épocas de escasez se utilizaban los pétalos de la flor secos y machacados como condimento para dar color al arroz y otros platos, por lo que se conocía como el azafrán de los pobres
Los preparados de flor de caléndula utilizan las flores enteras o cortadas, secas y completamente abiertas que se han desprendido del receptáculo. Estas son ricas en flavonoides con propiedades antiflamatorias, calmantes y regeneradoras para la piel.
Podemos encontrarlas secas o frescas para infusiones, emplastos, cataplasmas y también en extracto líquido, aceite, tintura o pomada.
La caĺéndula destaca por sus propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes y está indicada en el tratamiento tópico de irritaciones, quemaduras, dermatitis, inflamaciones de la piel y de las mucosas y como coadyuvante en la cicatrización de pequeñas heridas.
