La legislación de las plantas medicinales


En los últimos años estamos notando cada vez más como la sociedad hace un guiño cada vez mayor a » lo natural». Tras el gran boom de los medicamentos de síntesis, el uso indiscriminado que se ha hecho y continúa haciéndose de muchos de ellos y la aparición de resistencias y de efectos secundarios e interacciones, hace que cada vez más personas muestren interés por una alternativa natural en los casos que sea posible. Todo esto se refleja claramente cuando miramos como se han incrementando las ventas de productos naturales a base de plantas medicinales en los últimos años. Lamentablemente aunque en España el aumento también es evidente seguimos muy por detrás de nuestros países vecinos como Francia , Alemania o Reino Unido. Quizás sea por falta de divulgación o haya otra serie de factores culturales, pero para eso estamos aquí para ponerle remedio. Como curiosidad os diré que las mayor demanda de productos fitoterápicos la ocupan los antivaricosos, seguida de los antitusivos, los laxantes y los relajantes. En España, las plantas medicinales más utilizadas son las de acción laxante.

Como ya hemos dicho en multitud de ocasiones que sea natural no es sinónimo de que sea inofensivo. Las plantas medicinales no están exentas de efectos adversos y pueden producir interacciones entre ellas y con otros medicamentos; por lo tanto, este auge de la fitoterapia exige más que nunca una correcta regulación de los medicamentos a base de plantas medicinales y una legislación actualizada. Numerosos ensayos y estudios científicos han permitido demostrar la eficacia y seguridad terapéutica de las plantas medicinales. Al mismo tiempo, hoy en día la industria es capaz de preparar una amplia gama de formas galénicas asegurando las garantías de calidad, eficacia y seguridad demostrada de los principios activos de las plantas medicinales.

Una normativa europea de 2004 dio opción a los productos que antes estaban en el registro especial de plantas medicinales para convertirse en (MTP) medicamentos tradicionales a base de plantas. Desde entonces un producto a base de plantas medicinales que no esté registrado como medicamento y que no haya sido autorizado por la (AEMPS) Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios no puede anunciar que tiene propiedades para el tratamiento o la prevención de enfermedades. Esto no quiere decir que no se pueda vender, pero tendrá que ser no como medicamento, sino por ejemplo como complementos dietéticos.

La normativa actual permite que en el mercado haya:

~ Plantas medicinales registradas como medicamentos, en dos modalidadesUso tradicional (se les exige información de calidad y seguridad, pero no de eficacia. Basta con demostrar que la planta se usa desde hace 30 años y, en la Unión Europea, desde hace 15 como un mínimo) y MTP- medicamentos a base de plantas. En este caso se pide un registro un sobre su calidad, seguridad y eficacia (registro simplificado).

~ Plantas medicinales que se comercializan como suplementos alimenticios o dietéticos– no requieren aprobación, solo notificar su puesta en el mercado y obtener un registro alimentario. Deben ser seguros a las dosis normalmente utilizadas y no pueden llevar alegaciones sobre tratar, prevenir o curar ninguna enfermedad, aunque la realidad del mercado es bien distinta. Ni hablar de los puestos de venta ambulantes en ferias y mercadillos que las vendían a granel anunciando sus virtudes, por lo menos a raíz de la promulgación de este decreto deben verderse envasadas, con fecha de caducidad y un número de registro alimentario.

La legislacíon actual y las nuevas condiciones de comercialización buscan ofrecer más garantías respecto a la eficacia y seguridad de estos productos, así como su calidad asegurando su correcta conservación e higiene evitando mezclas accidentales cruzadas entre plantas.

Siempre que querais consumir productos a base de platas medicinales acudir a establecimientos homologados y dejaros orientar por profesionales de la salud formados en ellas. Los categorizados como «medicamentos» a base de plantas nos aseguran su eficacia y seguridad demostradas con ensayos y el rango terapéutico, con los llamados de «uso tradicional» hay que tener un poquito más de ojo. Mucho cuidado con los de venta ambulante o con recolectar plantas medicinales sin conocerlas perfectamente ya que esto es sumamente peligroso y puede acabar mal.

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