El Pino albar (Pinus silvestris) es un árbol de grandes dimensiones que puede alcanzar los 45 metros; de copa redondeada,lo reconoceremos por el ramaje formado por pisos superpuestos y un tronco rojizo muy característico. Las hojas de color verde azulado son pares, de forma acicular como si fueran verdaderas agujas. Las piñas son de forma ovoide y de tamaño no muy grande; pueden medir como máximo 5 centímetros. Su madera sigue siendo hoy en día muy apreciada para la fabricación de muebles. La corteza es rica en esencias de pino y trementina (aguarrás), consiguiéndose asimismo alquitrán o brea vegetal y celulosa para la obtención de papel. Esta brea vegetal se incorpora en formulaciones para el tratamiento de afecciones cutáneas como la psoriasis.

Del pino se usan tanto las yemas como las hojas y ramas jóvenes, su esencia- trementina, compuesta básicamente por hidrocarburos monoterpénicos- pirenos, lo dota de un gran poder antiséptico y expectorante. Se considera antiviral, febrífugo e inmunoestimulante.
Gracias a su acción balsámica los remedios con pino se emplean en afecciones respiratorias (bronquitis, sinusitis, faringitis) y procesos gripales. Junto con otras plantas diuréticas se toma en caso de edema, retención de líquidos e infecciones urinarias .
Externamente en friegas o baños parciales– para aliviar el dolor reumático en artrosis y gota. Se usa igualmente para tratar dolencias bucales, como encías inflamadas o débiles.

Se debe utilizar siempre con precaución, el empleo en personas sensibilizadas puede dar lugar a episodios de alergias y broncoespasmos en niños. Utilizado en grandes cantidades puede producir hipertensión. Por ser un diurético moderado, eliminador de ácido úrico, se emplea en procesos de gota; pero en enfermos con problemas renales su empleo debe ser restringido.


