La ulmaria, Filipendula o reina de los prados (Spiraea ulmaria o Filipendula ulmaria) – Burdilinda, Nasailora, Semelora, Soroerregiña- es una planta herbácea que puede alcanzar hasta un metro y medio de altura. Las hojas presentan foliolos dentados y desprenden una fragancia especial. La cara superior de las hojas es de color verde oscuro y el envés de color plateado y con pelusa. Las inflorescencias están compuestas de pequeñas flores de color blanco-amarillento muy olorosa que florecen de julio a septiembre alcanzando bastante altura respecto a las demás, de ahi que se le apode como «reina de los prados» El término Spiraea se refiere a que sus frutos están enrollados en forma de hélice y el nombre ulmaria indica que sus hojas se parecen a las del olmo. La ulmaria ha dado nombre a la famosa Aspirina (Spiraea), ya que contiene principios activos similares: el salicilato de metilo y el ácido acetil salicílico.

Los ingredientes activos presentes en esta planta medicinal son los aceites esenciales, flavonoides, glucósidos fenólicos, ácido salicílico, y taninos. Las sumidades floridas tradicionalmente se utilizan como antiálgico, antipirético, diaforético y diurético. En uso interno: las infusiones de ulmaria son efectivas en casos de indigestión, para eliminar gases, para reducir la acidez, para el reuma, para la diarrea, para la cistitis, para la ciática, para la gota y para la artrosis. Externamente (decocciones) se utiliza para disminuir los dolores articulares y los provocados por el reuma, para la artrosis, para disminuir la celulitis y para eliminar la grasa del pelo.
Como precaución, no se recomienda administrar a pacientes con hipersensibilidad a los salicilatos. Siempre se deberá tener presente su efecto anticoagulante cuando se piense seguir un tratamiento con otros anticoagulantes y hemostáticos; tampoco es aconsejable su empleo en pacientes con úlcera gastroduodenal.