El boj – Ezpela – Buxus sempervirens es una planta abustiva de origen europeo de pequeño tamaño, de follaje perenne y muy ramificada. Se trata de una especie resistente y longeva que crece en las colinas secas y áreas de matorral del centro y sur de Europa. El boj es muy usado para embellecer los jardines y el interior de viviendas o edificios públicos, de ahí su actual popularidad. Las hojas son simples, opuestas y de textura coriácea, la forma de éstas es oval y su tamaño es muy pequeño. Suelen tener un color verde intenso y brillante en la cara superior, mientras que por el envés son más pálidas y amarillentas. Los bordes suelen estar ligeramente enrollados. El boj florece al final del invierno y sus flores presentan un color blanquecino, miden alrededor de 2 mm y no tienen aroma.

La corteza de la raíz y las hojas del Boj contienen alcaloides esteroídicos como la buxina que le confieren propiedades sudoríficas (antiguo sustituto de la quinina en casos de paludismo), laxante-purgantes (según la dosificación), colagogas y cardiotónicas. Tópicamente se ha usado como antiséptico.
Tradicionalmente se ha empleado como febrífugo, para el tratamiento de las disquinesias biliares, estreñimiento, reumatismos (como depurativo). Tópicamente en heridas y está especialmente recomendado en afecciones del cuero cabelludo – alopecia, psoriasis y dermatitis seborreica.
Cuando se aplica tópicamente, puede producir dermatitis de contacto. Sólo debe emplearse por prescripción facultativa.
No es recomendable su uso como purgante: puede causar dolores cólicos por irritación gastrointestinal y, en dosis mayores, trastornos nerviosos.