La rosa de Siria (Hibiscus syriacus)- El hibisco es una planta de hasta metro y medio de alto, con hojas alternas, de forma oval lanceolada, y flores solitarias, muy vistosas, de bellos colores y sin aroma; es muy utilizado para decorar jardines, terrazas o balcones. Existen más de 150 tipos de hibiscos, con una amplia gama de colores desde el amarillo al violeta. Dependiendo de la especie, el hibisco es anual o perenne y resistente al frío o no. Entre las variedades de hibisco, las que tienen flores simples han demostrado ser más prolíficas en floración y resistentes que las que tienen la mitad o el doble de pétalos. La rosa de Siria (Hibiscus syriacus) ha demostrado ser muy resistente y, por lo tanto, muy adecuado para las regiones más frías, tiene flores moradas azuladas con un punto rojo en el medio que se estrecha en forma de estrella.

El hibisco contiene abundantes ácidos orgánicos (ácido hibísico, málico y tartárico) mucílagos, fitosteroles y pectina, y se considera una fuente privilegiada de vitamina C. Medicinalmente se han venido aprovechando tanto las hojas como las flores, presentes durante todo el año en climas tropicales y subtropicales. Dentro de los hibiscos destacarenos sobre todo dos – la Rosa de china (Hibiscus rosa-sinensis) y la Rosa de Jamaica (Hibiscus sabdariffa) son comestibles y presentan propiedades aperitivas, digestivas y laxantes.
El hibisco es un remedio ideal para despertar el apetito, combatir la acidez estomacal, los espasmos y la gastroenteritis. Actúa como un laxante más bien suave, diurético y antiséptico, válido para tratar las infecciones en el tracto urinario y para favorecer la inhibición de agentes patógenos.
Tradicionalmente las flores en infusión son demulcentes, protegen las mucosas de los conductos respiratorios y mitigan la irritación de garganta – se han utilizado para el alivio sintomático de los catarros bronquiales, para calmar la tos y el dolor de garganta. El hibisco es también un tónico circulatorio – se indica en casos de hipertensión arterial, tratamiento de varices, flebitis, hemorroides y sabañones. Se ha usado como tranquilizante para templar nervios y ansiedad. En pacientes diabéticos ayuda a normalizar los niveles de glucosa en sangre. Tradicionalmente se ha enpleado la decocción de hojas aplicada en forma de loción para el tratamiento de afecciones del cabello y curar la piel.

Podemos encontrar la flor de hibisco en forma de polvo, infusión o jarabe, y ofrece un sabor un tanto ácido que recuerda al de la frambuesa. En Asia Menor y en África Oriental recibe el nombre de té de carcadé té, en México y el Caribe, denominan a esta infusión «agua de Jamaica», por llamarse «flor de Jamaica» al hibisco; a veces a la mezcla se le añade alcohol. El hibisco también se puede incorporar en las recetas de algunos platos y postres y la flor fresca es ideal para la decoración culinaria.