El cedro. Usos medicinales

El cedro, zedroa (Cedrus deodara) – el cedro es una conífera de gran tamaño llegando a superar los 30 m de altura en la mayoría de las ocasiones muy utilizada para ornamentación de parques y jardines. El tronco es grueso en la parte baja y las ramas más bien caídas; la copa es de forma piramidal, con las ramas extendidas en horizontal. Sus hojas son persistentes y los conos tienen forma esférica. La piña hembra es ovoide oblonga de la que surgen piñones delgados, separándose antes de su caída del árbol. Los cedros pueden vivir más de 2000 años. La palabra «cedro» procede del latín cedrus, que a su vez viene del griego (kedros), expresión con la que se denominaba también al enebro.

Muy reconocido por la calidad de su madera usada para hacer muebles y por su resina que mana de forma natural como resultado del flujo de savia dentro del árbol. Esta sustancia pegajosa sirve como un recubrimiento natural protector contra insectos u organismos patógenos. Es muy valorada por sus propiedades químicas y sus usos asociados, como por ejemplo la producción de barnices, adhesivos y aditivos alimenticios. También es un constituyente habitual de perfumes o incienso, tiene un aroma persistente a coníferas.

Medicinalmente la parte recolectada son las hojas y sobre rodo el aceite esencial, cuyo principal componente es el cedrol. Otros componentes del aceite esencial son el cadineno, cedreno, tuyopseno, sabineno y otros sesquiterpenos e hidrocarburos terpénicos. El origen del aceite del cedro se remonta a los tiempos del antiguo Egipto, cuando además de servir para embalsamar a los muertos, también servía para alejar mosquitos.  El aceite de cedro es hoy en día muy apreciado por por sus propiedades aromáticas, en especial en la aromaterapia y tiene un olor característico leñoso que puede cambiar algo en el curso de la desecación. Sus aplicaciones abarcan perfumes de jabones, aerosoles domésticos, ceras para pisos e insecticidas.

El aceite esencial de cedro inhalado actúa como relajante, antiséptico, expectorante y mucolítico. Por vía tópica se utiliza como antiséptico, astringente, y estimulante circulatorio. Se recomienda utilizarlo por vía tópica diluido en un aceite (por ejemplo de almendras) antes de su aplicación sobre la piel. Tonifica la piel, favorece la buena circulación así como la eliminación de toxinas; también la alisa propiedad muy beneficiosa en casos de celulitis. Además es un aceite esencial excelente para el cuero cabelludo, y muy usado como repelente de insectos en vaporizadores.

Está contraindicado en casos de embarazo, hipotensión, cardiopatías o epilepsia. Así mismo, está contraindicado en niños menores de seis años y en personas con alergias respiratorias. Evitar su uso interno, puede resultar neurotóxico.

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