La borraja, borrai (Borago officinalis) es una planta herbácea anual de 30-70 cm, erecta y recubierta toda ella de una pilosidad erizada. Tiene el tallo carnoso, las hojas basales muy grandes, pecioladas, arrugadas y ásperas, y las superiores más pequeñas y abrazadas al tallo. Se caracteriza por los pelos coriáceos blanquecinos que recubren hojas y tallo. Sus flores son bastante vistosas, de color azul y blanco. Es una planta arvense y ruderal, característica del paisaje mediterráneo, que aparece de manera abundante en márgenes de caminos y sembrados desde principios de primavera.

Las flores y los tallos son comestibles, a pesar de no ser tan popular como otras verduras, la borraja es fuente de vitaminas A y C, es también rica en minerales como hierro, calcio y potasio. Posee un sabor especiado parecido al del pepino y se ha utilizado para aromatizar vinos, ginebra y otras bebidas alcohólicas y preparar tes y encurtidos. Las flores se han empleado en confitería, macerándolas o cociéndolas con azúcar. La famosa expresión que se usa para decir que algo finalmente quedó en nada – que «quedó en agua de borrajas» hace referencia a que el sabor de la borraja es tan suave que en infusión apenas se nota, lo que la hace apropiada para añadirla a multitud de platos.
Muy apreciado el aceite que se extrae por expresión de las semillas oleaginosas de Borago officinalis L. por su contenido en ácidos grasos insaturados, especialmente γ-linolénico (18-25%), linoleico (30-40%) y oleico (18%). El ácido γ-linolénico (GLA) es precursor de prostaglandinas de la serie 1, sustancias con actividad vasodilatadora, antiagregante plaquetaria, antitrombótica e hipocolesterolemiante, por lo que el aceite de borraja está indicado en la prevención de trastornos cardiovasculares como hipertensión, infarto de miocardio, accidente vascular cerebral de tipo isquémico etc.,. Además de su uso interno también se aplica de manera tópica puro o en emulsión. En uso externo muestra una acusada acción depurativa y dermoprotectora, útil para tratar eccemas, dermatitis, y para ser aplicada en picaduras, hinchazones, arrugas y sequedad de piel, mejorando su aspecto. Hay muchas presentaciones que asocian el aceite de Onagra al de Borraja. En la administración oral del aceite de borraja deben tomarse precauciones debido a su posible interacción con las fenotiazinas (epilepsia).
Popularmente se han empleado también las partes aéreas de la borraja, las hojas, y algo menos las flores – tradicionalmente tomada en infusión como expectorante, sudorífica y depurativa; se ha utilizado en afecciones respiratorias agudas benignas y para favorecer la eliminación renal de agua. Se solía recomendar para superar procesos gripales, fiebres y, en general, para entrar en calor. Para ello puede tomar en infusión o sopas, tanto la planta entera, como sus flores. Se dice que su nombre viene de la palabra árabe bu-arag, que quiere decir sudorífico, por la cualidad de esta planta de producir calor al que la consume. Sin embargo, otra dice que proviene de la palabra latina borra, que quiere decir pelo en alusión a los pelillos que tiene la borraja.

La planta entera, excepto el aceite de las semillas, contiene alcaloides pirrolizidínicos (licopsamina, amabilina, supina y otros) que pueden causar problemas hepáticos si se toma en altas cantidades, se recomienda no tomarla en tratamientos prolongados (más de un mes) y con precaución en casos de hepatopatías.
