El castaño de indias, indi-gaztain, itsas-gaztain (Aesculus hippocastanum) conocido también como falso castaño ya que sus frutos se parecen mucho a los de la familia del género castanea, que son las castañas que todos conocemos y que nos comemos; no debemos confundirlos – las castañas de indias no son comestibles y presentan una alta toxicidad. El castaño de indias es un árbol de gran envergadura perteneciente a la familia de las sapindáceas, otra especie distinta. Se trata de un árbol que puede llegar a alcanzar hasta 25 metros de alto, con la copa redondeada y las hojas grandes, partidas en segmentos ovalados y dentados. Sus flores agrupadas en características inflorescencias piramidales florecen en primavera.

La principal virtud del castaño de Indias es su acción venotónica y vasoconstrictora, favoreciendo tanto la circulación venosa como disminuyendo la permeabilidad de los vasos sanguíneos, y también antiinflamatoria. Se le conoce como «la planta de las varices».
Sus semillas contienen flavonoides (esculina), saponósidos (escina), taninos y minerales. Las hojas contienen heterósidos cumarínicos, flavonoides y fitoesteroles, presentes también en la corteza, que es a su vez es especialmente rica en alantoína y taninos. La escina y la esculina son las sustancias que le confieren la capacidad de favorecer el riego sanguíneo periférico e impedir su estancamiento – junto con otras plantas como el ginkgo, la vid roja y el rusco, se le considera una de las mejores aliadas para tratar los síntomas asociados a problemas de debilidad o insuficiencia venosa.

La parte que se utiliza del castaño de indias con propiedades medicinales es principalmente la corteza. también las semillas y en medicina popular las hojas.
ESCOP y la EMA lo aprueban como uso bien establecido para el tratamiento de la insuficiencia venosa crónica y tambien aprueban su uso tradicional, en aplicación tópica, para el tratamiento de los síntomas de malestar y pesadez de las piernas relacionados con trastornos venosos leves, así como para el alivio de los signos asociados a contusiones, como edemas locales o hematomas.
El castaño de Indias lo encontraremos en múltiples formas de administración. Por vía interna se toma en decocción de las semillas o la corteza, en infusión de las hojas, en extracto líquido de él solo o con otras plantas y en cápsulas. Por vía externa se aplica la decocción en lavados de asiento o friegas, los emplastos de hojas frescas o bien preparados de herbolario y farmacia tipo supositorios, pomadas, geles o cremas, con extracto de escina. Por su contenido en alantoína, se considera un excelente aliado de la piel, cada vez mas usado en problemas de microcirculación en la piel, sobre todo de la cara, o la cuperosis, con enrojecimiento facial y ardor. Por vía tópica, tradicionalmente también se han empleado las hojas y la corteza para tratar sabañones, hemorroides, conjuntivitis, gingivitis, heridas y quemaduras leves.
No se recomienda tomar castaño de Indias por vía oral durante el embarazo y el periodo de lactancia, como tampoco administrarlo a niños menores de 12 años. Está contraindicado en tratamientos con anticoagulantes y antidiabéticos. Tampoco se recomienda en caso de enfermedad renal. Y se han detectado problemas de irritación de las mucosas gástricas en personas sensibles o alérgicas.