La grama (Cynodon dactylon) es una hierba de apenas 30 – 40 cm de altura, de tallos rastreros y rizomas profundos, que se extienden con rapidez bajo tierra y a los que debe su gran capacidad para rebrotar. El tallo crece a ras de tierra muy estirado y las ramas se elevan bastante erguidas. Las hojas son estrechas y tienen forma alargada lanceolada, acaban en punta y están recubiertas de un fino vello. Florece en verano y otoño formando espigas de flores violetas que se disponen en abanico como dedos extendidos. Es muy apreciada en jardinería por su rápido crecimiento y su resistencia, superior a la del césped por lo que es muy utilizada para crear tapices verdes en parques y jardines. También podemos verla en márgenes de caminos y sembrados, prados y pastos.

Con fines medicinales se recolecta el rizoma y en alguna ocasión las raíces pequeñas que parten de éste – el rizoma de la grama es muy rico en potasio, almidón, inositol, fécula y mucílagos. La grama es un potente diurético y remineralizante por su riqueza en potasio, puede tomarse en te e infusión, también la encontraremos incorporada a mezclas, antiguamente se preparaban con esta planta remedios caseros muy complicados, mezclándola con otras plantas que potenciaban su acción. En la medicina tradicional popular se ha utilizado para tratar afecciones genitourinarias como infecciones de orina, oliguria, retención de líquidos, edema, y como apoyo para prevenir cálculos renales y favorecer su expulsión. También se empleaba en caso de niveles altos de ácido úrico o urea, y frente a la hipertensión arterial.

Debe tenerse precaución con la toma concomitante de medicamentos diuréticos, debe consultarse con el médico a fin de evitar interacciones. La parte aérea de la planta debe evitarse, pues contiene heterósidos cianogénicos y ha provocado numerosas intoxicaciones en el ganado.