La Colleja – Silene vulgaris. Propiedades medicinales

La Silene vulgaris, de nombre común «colleja» es una planta herbácea con un denso sistema de tallos subterráneos o estolones que se expanden anualmente y de los que crecen en primavera una roseta de hojas basales lanceoladas de color verde azulado de las que después emergen tallos de hasta un metro de altura, las hojas del tallo son más triangulares y algo menores. Los tallos terminan en inflorescencias con flores de cinco pétalos de color rosa pálido. A partir de cada flor se forma un fruto en forma de cápsula o de vasija, que aloja numerosas semillas oscuras en su interior. La colleja es una hierba humilde que gusta de lugares frescos o sombríos. Crece en herbazales de los lindes y dentro de los campos, bordes de caminos o incluso en la tierra que recoge la humedad de debajo del asfalto.

Su nombre en latín Silene vulgaris hace referencia precisamente a la forma globosa de los frutos –  Silene viene del personaje griego Sileno, padre adoptivo y preceptor de Dionisos, dios griego que representa la vendimia y el vino, a quien se representa habitualmente con el vientre hinchado, asemejándose así a los cálices hinchados de la flor fresca y una vez seca también al fruto. Tiene numerosos nombres comunes y muchos de ellos también hacen referencia ya sea a la forma de la flor (como farolillos o campanilla), o al ruido que hacen sus cálices secos llenos de semillas al explotar cuando se aplastan (tiratiros, sanjuanines o explotaculos).

La colleja es una planta comestible usada generalmente como verdura. Se comen sus hojitas tiernas que se aconseja recolectar entre febrero y abril, ya que conforme avanza la temporada, la planta comienza a sacar los tallos para florecer y las hojas se endurecen y pueden amargar y contener saponinas. Se prepara hervida sola o acompañada de otras verduras, frita con ajos e incluso en tortilla o potajes.

En la Silene vulgaris encontramos flavonoides, ácidos grasos omega 3, carotenos, polifenoles y compuestos antioxidantes.Tradicionalmente el consumo de sus hojas frescas o cocinadas se considera un depurativo de la sangre, y antiguamente también se preparaban infusiones de sus hojas y flores usadas como aperitivas y para asentar el estómago. En uso externo el jugo de sus hojas se usaba como antiséptico y cicatrizante, muy útil en caso de llagas, quemaduras e incluso verrugas.

 

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