Clasificación de las Plantas medicinales según sus propiedades

En fitoterapia utilizamos ciertos nombres, o mejor dicho adjetivos, para referimos a las plantas medicinales (emenagogo, carminativo, emético…) que aluden a sus propiedades y usos medicinales, que puede que de entrada nos sean desconocidos.

Antes de nada hacer hincapié como siempre en que antes de tomar cualquier planta medicinal debemos cinsultar con un profesional adecuado que pueda conocer nuestro estado de salud y enfocar mejor nuestras necesidades. Asímismo recordar también una gran ventaja del tratamiento con plantas medicinales, sabemos que en las plantas podemos encontrar hasta centenares de principios activos que actúan de manera sinérgica potenciándose unos a otros, así que aunque aquí atribuyamos un uso en particular a una planta y debido a un compuesto determinado, saber que una misma planta puede ayudarnos a abordar diferentes patologías o atender distintas necesidades a la vez, además de poder hacer un uso combinado y adecuado de ellas.

Según sus propiedades podriamos hablar de plantas:

Plantas útiles para tratar afecciones dérmicas, patologías de la piel y heridas.

Astringentes – suelen ser ricas en taninos, compuestos fenólicos presentes en casi todas las plantas, especialmente en las cortezas. Tienen la cualidad de actuar sobre los tejidos y mucosas drenándolos, extrayendo el líquido acumulado y contrayendo los tejidos. Este tipo de plantas además tienen asociado un efecto antiinflamatorio al ser capaces de reducir la inflamación de los tejidos. Se usan como cicatrizantes y hemostáticos, sobre todo externamente en decocciones para detener pequeñas hemorragias locales; en inflamaciones de la cavidad bucal, quemaduras, hemorroides, etc.

Ejemplos de plantas medicinales astringentes: corteza de roble y del sauce, fresno, nogal, potentilla, agrimonia, hipérico, salvia, verbena, tormentilla, manzanilla, hamamelis.

Vulnerarias – poseen efecto reparador de los tejidos, actúan reduciendo la inflamación y acelerando la renovación de los tejidos dañados. Son excelentes para curar todo tipo de heridas tanto externas como internas (llagas, rozaduras, cortes, abscesos, quemaduras, úlceras, grietas)

Ejemplos de plantas medicinales vulnerarias: caléndula, romero, meliloto, borraja, llantén, malvavisco, castaño de indias, rosa de mosqueta, fresa, aloe vera.

Antisépticas – tienen un efecto desinfectante, tienen la capacidad de eliminar o reducir la proliferación de microorganismos patógenos. Se pueden usar para tratar infecciones causadas por microorganismos patógenos (acné, heridas, mordeduras o picaduras que puedan infectarse, quemaduras, etc.) y para prevenir o combatir afecciones provocadas por bacterias, mohos y hongos como por ejemplo pie de atleta, candidiasis, tiña, onicomicosis, vaginosis, faringitis, otitis, infecciones de la piel y cuero cabelludo

Ejemplos de plantas medicinales antisépticas: cebolla, albahaca, ajo, salvia, árbol de té, jengibre, uña de gato, aciano y tomillo..

Plantas que nos ayudan a aliviar la sintomatología respiratoria asociada a resfriados, tos, gripes, asma..

Diaforéticas = sudoríficas – son plantas que favorecen la transpiración, aumentan la producción de sudor, actúan como antitérmicos, ayudando a bajar la fiebre.

Ejemplos de plantas medicinales diaforéticas : bardana, saúco , ulmaria, fumaria, tilo, manzanilla, vernónica, grosellero negro, y gordolobo.

Antidiaforéticas -justo lo contrario, reducen la sudoración excesiva.

Ejemplos de plantas medicinales antidiaforéticas: nogal, belladona, corteza de roble, salvia y lavanda.

Antitusivas y expectorantes o béquicas – ayudan a calmar la tos y facilitan la expectoración ayudando a la disolución de la mucosidad acumulada. Suelen ser plantas ricas en aceites esenciales, saponinas y sobre todo, mucílagos sustancias de consistencia gelatinosa que se hinchan con el agua proporcionando un líquido viscoso; esto les confiere la virtud de lubricar y proteger las mucosas; muy empleadas en casos de bronquitis, tos, mucosidad acumulada, laringitis, faringitis etc

Ejemplos de plantas medicinales expectorantes: tusílago, malva, malvavisco, eucalipto, tomillo, gordolobo, mejorana, hinojo, mirra, regaliz, llantén.

Antiasmáticas – son buenas para prevenir o aliviar los síntomas del asma como tos, espasmos, dificultad respiratoria o sensación de ahogo.

Ejemplos de plantas medicinales antiasmáticas: drosera, grindelia, eucalipto, belladona, lobelia, tusílago, estramonio y efedra.

Inmunoestimulantes, inmunomoduladoras – mejoran y estimulan el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico. Muy utilizadas como preventivos, pero también para evitar recaídas y acortar los síntomas en resfríados y gripes.

Ejemplos de plantas medicinales inmunoestimulantes: equinácea, uña de gato, ajo.

Plantas medicinales para el tratamiento de enfermedades metabólicas crónicas (hipertensión, hipercolesterolemia, insuficiencia venosa, diabetes, retención de líquidos)

Nos ayudan en el control de los primeros estadíos de estas patologías de carácter crónico o en casos leves o moderados, acompañadas siempre por supuesto de medidas higiénico – dietéticas, constituyendo una valiosa alternativa ya que suelen ser mejor tolerados que los fármacos de síntesis.

Cardiotónicas – actúan como tónicos cardiacos que ayudan a aumentar o mejorar el funcionamiento del músculo cardiaco estimulando con ello la circulación de la sangre. Suelen contener entre otros glucósidos cardiotónicos. Deben administrarse siempre bajo control faculativo y ajustarse la dosis adecuadamente, son compuestos de estrecho margen terapéutico.

Ejemplos de plantas medicinales cardiotónicas: digital, lirio de los valles, eléboro, convalaria, adonis, meliloto, alacranera, espino albar, borraja, boj y majuelo.

Venotónicas: favorecen la circulación venosa y evitan que los capilares se dilaten, aumentando su resistencia y mejorando su permeabilidad. Muy empleadas para aliviar piernas cansadas, varices, hemorroides.

Ejemplos de plantas medicinales venotónicas: vid roja, ciprés, rusco, castaño de indias, hammamelis.

Hipotensoras – Debido al carácter crónico de la HTA, la posibilidad de establecer tratamientos prolongados de bajo riesgo hace de la fitoterapia una herramienta de gran utilidad en el tratamiento de las HTA leves y moderadas.

Ejemplos de plantas medicinales hipotensoras: el espino blanco, el ajo y el olivo. Además, es frecuente utilizar como coadyuvante drogas con efecto diurético.

Diuréticas – favorecen la diuresis y tienen un efecto antiséptico; recurriremos a ellas en casos de infecciones de vías urinarias como cistitis, o también para los cálculos. Además de obviamente ayudar a la elimnación de líquidos en casos de retención o edema y como complementos adelgazantes y detoxificantes.

Ejemplos de plantas medicinales diuréticas: abedul, cardo santo, alcaravea, bolsa de pastor, cola de caballo, brezo, ortiga, laurel y capuchina.

Hipocolesteriolemantes: para tratar la hipercolesterolemia, la fitoterapia nos ofrece dos posibilidades de actuación: plantas medicinales cuyo aporte de fibras (mucílagos) limite la absorción de lípidos e incremente la producción de ácidos biliares (ispágula, el glucomanano, el llantén) y plantas medicinales con acción hipolipemiante (ajo, levadura roja de arroz, lecitina de soja)

Antidiabéticas – estimulan la producción de insulina del páncreas y/o regulan el nivel de azúcar en sangre. Ayudan en el manejo del control glucémico y diabetes.

Ejemplos de plantas medicianles antidiabéticas: stevia, artemisa, chía, bardana, aloe vera o sábila, cardo santo, canela, agrimonia y centaurea menor.

Plantas medicinales que nos ayudan en el manejo del dolor musculoesquelético

Antiinflamatorias y analgésicas – previenen o reducen la inflamación de los tejidos; pueden ser una buena alternativa o, cuando menos, un buen apoyo, frente a la medicación habitual, permitir sustituir o reducir la dosis de corticoides, fenilbutazonas y otros antirreumáticos (AINES), habitualmente prescritos en estas enfermedades, sin sus efectos secundarios. Útiles para abordar dolores musculares o articulares, mialgias y luxaciones, golpes, esguinces, lesiones, reumatitis, artritis, bursitis etc

Ejemplos de plantas medicinales antiinflamatorias: harpagofito, cúrcuma, árnica, ulmaria.

Plantas medicinales que actúan sobre nuestro sistema nervioso

Sedantes – actúan principalmente sobre nuestro sistema nervioso central calmando la excitación nerviosa; muy utilizadas en casos de ansiedad, nerviosismo e insomnio.

Ejemplos de plantas medicinales sedantes: amapola, valeriana, lúpulo, melisa, naranjo dulce, pasiflora, lavanda, angélica y vara de oro.

Estimulantes o tónicas – tienen acción tonificante sobre el sistema nervioso central y muscular; este tipo de plantas son excelentes para darnos un aporte extra de energía y vitalidad en épocas de estrés o de necesidad de mayor rendimiento físico o mental.

Ejemplos de plantas medicinales estimulantes: romero, hipérico, eleutero, cantueso, ginseng, maca, jalea real.

Adaptógenas: son plantas capaces de inducir en el organismo un estado de resistencia aumentada no específica que permite contrarrestar las señales de estrés y adaptarse a un esfuerzo excepcional. Cada vez más interesantes en el manejo y control de situaciones de estrés mantenido, práctica de deporte a nivel profesional, tratamientos médicos, insomnio crónico..

Ejemplos de plantas medicinales adaptógenas: ginseng, eleuterococo, la rhodiola.

Plantas que podemos utilizar para aliviar toda la sintomatología digestiva (estreñimiento, flatulencias, digestiones pesadas, diarreas, inapetencia etc)

Digestivas y eupépticas – todas las que favorecen la digestión, favorecen la correcta función de los órganos y glándulas que forman parte del sistema digestivo, son buenas para prevenir o aliviar las digestiones lentas y pesadas, indigestión, abdomen hinchado y molestias en la cavidad abdominal.

Ejemplos de plantas medicinales digestivas: milenrama, alcaravea, hierbaluisa, menta, alfalfa, hinojo, tomillo, manzanilla, comino, anís verde, achicoria, ajedrea y cardamomo.

Amargas – son plantas que contienen principos activos amargos que actúan sobre la función gástrica, estimulan las secreciones gástricas; sin muy útiles en casos de inapetencia.

Ejemplos de plantas con principios amargos : centaura, genciana, artemisa, angelica achicoria, cardo mariano, manzanilla dulce y romana, menta, poleo-menta.

Carminativas – previenen la formación de gases y ayudan a expulsar los ya acumulados en el tracto gastrointestinal que causan tensión abdominal, calambres. Al entrar en contacto con la mucosa gastrointestinal, las esencias que contienen estas plantas provocan su irritación, favoreciendo un aumento de la motilidad y de la relajación del cardias, con lo que se promueve la expulsión de gases.

Ejemplos de plantas medicinales carminativas: , manzanilla, enebro, anís, menta, hinojo, comino, alcaravea y salvia.

Antiácidas – Plantas con acción antiulcerosa, lo que hacen es neutralizar el exceso de acidez gástrica (ardores) e indigestión.

Ejemplos de plantas medicinales antiácidas: plantas ricas en mucílagos: protegen la mucosa gástrica e impiden su irritación por acción de los jugos gástricos (malvavisco, milenrama…) y plantas ricas en saponinas triterpénicas, la más representativa es el regaliz.

Antieméticas – son plantas que pueden ayudar en el manejo o control de las naúseas y vómitos, debido por ejemplo a cinetosis, también como efectos secundarios de otros medicamentos.

Ejemplos de plantas que alivian las naúseas: menta, jenjibre, anis, hinojo, manzanilla.

Antiespasmódicas – son plantas con acción anticolinérgica, disminuyen el tono y las contracciones gástricas y/o intestinales, sobre todo en presencia de hipermotilidad y espasmos. En este grupo se encuentran plantas con principios activos de estructura muy variada (alcaloides, flavonoides, esencias, etc.).

Ejemplos de plantas antiespasmódicas: melisa, milenrama, manzanilla dulce, menta, poleo, romero, salvia, lúpulo…

Plantas antidiarreicas y antisépticas intestinales – suelen ser plantas ricas en taninos, de propiedades astringentes. Los taninos precipitan las proteínas superficiales de las células, con lo que disminuyen su permeabilidad y originan una capa protéica insoluble sobre la mucosa inflamada (de modo que la protegen de sustancias irritantes e impiden las exudaciones y secreciones mucosas) y reducen la absorción de toxinas bacterianas: todo esto lleva a una acción antidiarreica.

Laxantes: son aquellas que favorecen la evacuación intestinal y se utilizan para prevenir o combatir los casos de estreñimiento agudo o crónico causado por estrés, dolencias intestinales o del tubo digestivo, malos hábitos alimenticios, deshidratación o falta de actividad física. Se clasifican en:

  • Laxantes irritantes del intestino grueso: plantas que tienen como principios activos heterósidos antraquinónicos. Provocan un aumento del peristaltismo intestinal y de la secreción de agua y electrolitos hacia la luz intestinal, con el consiguiente efecto laxante: sen, frágula, cáscara sagrada, etc. Pueden acompañarse de plantas antiflatulentas, como el anís verde y el hinojo.
  • Laxantes mecánicos: plantas que ejercen su acción gracias a su contenido en mucílagos que, en contacto con el agua, se hinchan y forman geles viscosos y lubricantes que facilitan el tránsito de las heces; además, al retener agua evitan el endurecimiento del contenido intestinal y, al aumentar el volumen, presionan sobre las paredes del intestino, estimulando el peristaltismo: lino, zaragatona, malvavisco, malva, glucomanano y llantén.

Vermífugas o antihelmínticas – tienen acción antiparasitaria, son muy útiles para eliminar o expulsar los parásitos que se hospedan en el intestino, tenias, gusanos, lombrices, etc.;

Ejemplos de plantas medicinales vermífugas: fresno, helecho macho, ajenjo, semillas de calabaza, tanaceto, fumaria y tomillo.

Plantas que actúan a nivel hepático
Pueden diferenciarse dos grandes grupos:

Coleréticas y colagogas -las plantas coleréticas son aquéllas capaces de estimular la formación de bilis en el hígado, con el consiguiente aumento del volumen de la secreción biliar. Las colagogas aceleran la liberación de bilis por el estímulo de la contracción biliar. Estas acciones se atribuyen a principios activos con variada naturaleza química (alcaloides, polifenoles, etc.). Actúan de algun modo, como desinfectantes y antinflamatorios de las vías biliares, muy utilizados en casos de cálculos o inflamaciones de vesícula o vías biliares, así como higado graso.

Ejemplos de plantas medicinales coleréticas y colagogas: boldo, marrubio, cardo santo, achicoria, tamarindo, alcachofera, ruibarbo, vid, agrimonia, hierbabuena y romero.

Hepatoprotectoras – plantas que favorecen el buen funcionamiento hepático. Son capaces de suprimir la formación y absorción de sustancias tóxicas nitrogenadas, protegiendo al hígado de la acción destructora de elementos tóxicos. Empeladas en casos de hígado graso, hepatitis, cirrosis, efectos secundarios de medicamentos y mal funcionamiento del hígado en general.

Ejemplos de plantas medicinales hepatoprotectoras: cardo mariano, aloe vera o sábila, achicoria, marrubio, bardana, aciano, cúrcuma, diente de león, alcachofera, regaliz, tamarindo, romero y hierbaluisa.

Plantas relacionadas con la salud femenina

Emenagogas – contienen principios activos que pueden estimular el flujo sanguíneo en el área de la pelvis y el útero, y en algunos casos, fomentar la menstruación. Se emplean en casos de ausencia del flujo menstrual por razones distintas al embarazo.

Ejemplos de plantas de propiedades emenagogas: el ajenjo, la artemisa común, perejil, angélica, nuez moscada.

Galactogogas o galactógenas – estimulan la secreción de leche materna. Son de utilidad para las madres en periodo de lactancia que necesitan estimular la secreción de leche.

Ejemplos de plantas medicinales galactogogas o galactógenas: anís, hinojo, alcaravea, cardo mariano, sésamo o ajonjolí, comino, fenogreco o alholva.

Climaterio, menopausia – contienen fitoestrógenos, como los que contienen las isoflavonas de soja, reducen la frecuencia de los síntomas característicos de la menopausia sin efectos secundarios apreciables, también el lúpulo y la salvia.

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