La nueza negra, brionia negra, vid negra, espárrago de caña, uvas del diablo /Apo-mats, asta-matsa (Tamus communis L.) es una hierba perenne y glabra, provista de un tubérculo cilíndrico más o menos irregular que puede llegar a medir unos 20 cm y del que surge un tallo cilíndrico trepador que puede alcanzar los 4 m de altura. Las hojas son enteras, alternas, a veces marcadamente trilobadas y de color verde brillante. Suele florecer temprano de marzo a julio; es una especie dioica; es decir, existen plantas masculinas y femeninas – las flores se agrupan en ramilletes que en las plantas masculinas son más largos y ramificados (de hasta 70 flores), y en las femeninas, más cortos (de 1 a 13 flores). Estas últimas darán lugar tras la fecundación a los frutos que son bayas rojas y globosas muy tóxicas por la presencia de saponinas y de cristales de oxalato de calcio que maduran en otoño de septiembre a noviembre.
La nueza negra la encontraremos en linderos de bosques, setos y formaciones ribereñas, es bastante frecuente en el interior de los encinares, matorrales o en cualquier sitio fresco donde sus largos y estrechos brotes sean capaces de engancharse y trepar. Se distribuye por gran parte de Europa, excepto Europa septentrional y es común en la Península ibérica y Baleares.

La nueza negra es conocida desde la antigüedad y ya es citada por Dioscórides. Aunque es frecuente encontrar también en la farmacopea del S. XIX muchas aplicaciones y usos de la nueza, hace muchos años que dejaron de utilizarse por su toxicidad, incluso a baja dosis. Contiene un principio semejante a la histamina, saponósidos esteroídicos derivados de la diosgenina y abundantes rafidios de oxalato de calcio. La raíz es diurética, hemolítica y rubefaciente. Muy utilizado el tubérculo cocido o rayado de esta planta como ungüento, para tratar moratones y cardenales, aplicándolo con compresas. Aunque es completamente venenosa debido a su riqueza en saponinas, tiene un efecto irritante bastante importante.
Los frutos tiene sabor agrio, desagradable, son tóxicos, pueden provocar heridas y quemaduras en la boca, dolores abdominales, vómitos, diarreas e incluso la muerte. El resto de la planta también es tóxica incluyendo el rizoma. Eventualmente se producen intoxicaciones graves en niños, que ingieren accidentalmente sus bayas, de un atractivo color rojo. Los brotes jóvenes se emplean como sustitutos de los espárragos, pero es necesario cambiar el agua durante la cocción para evitar su toxicidad.
Hoy en día esta especie está incluida en la ORDEN SCO/190/2004, de 28 de enero, por la que se establece la lista de plantas cuya venta al público queda prohibida o restringida por razón de su toxicidad.