El agracejo, agracillo, vinagrera, erratz-belar, garratz (Berberis vulgaris L.) es un arbusto espinoso perteneciente a la familia de las Berberidáceas. Puede alcanzar hasta los 2 – 3 metros de altura. Las hojas son ovaladas y lampiñas, ligeramente denticuladas, se transforman en fuertes espinas y se agrupan en número impar (de tres en tres, o de cinco en cinco). Las flores amarillas y pequeñas se agrupan en racimos que florecen en primavera entre mayo y junio. Los frutos son bayas ovaladas rojizas, alargadas, de unos 8 a 10 mm., que maduran en otoño o finales del verano. Su hábitat natural es el clima continental de montaña; nace de forma natural en espinares, zonas abiertas, lindes de los campos y suelos calizos y pedregoso; lo encontraremos en Europa central y meridional, Asia occidental y norte de África.

Los frutos, de sabor amargo y con gran cantidad de vitamina C, se recogen en otoño en plena maduración y pueden ser consumidos tanto frescos, como secos o en conserva; se utilizan también en la preparación de confituras, helados y de té o tisanas. Sus flores son excelentes para la producción de miel. Muchas especies de este género son adecuadas en jardinería para la formación de setos. Los tintoreros la aprecian por sus raíces, que son sangradas para extraer el líquido de intenso color amarillo con que teñir tejidos.
Toda la planta, excepto los frutos, contiene alcaloides (2-3%) entre los que destaca la berberina, un alcaloide benzilisoquinoleínico presente tanto en la raíz y rizoma como en el tallo y la corteza. La berberina posee propiedades tónicas, estomacales, laxante suaves y febrífugas; también aplicaciones diuréticas, para trastornos renales, cálculos urinarios, estimulación de la actividad gástrica y hepática, y como cardiotónico, aunque dada su actividad debe moderarse su dosis para evitar intoxicación. Este principio activo también ha tenido utilidad en el tratamiento de desintoxicación de los adictos a la morfina, pues su estructura es muy similar a ella. En fuertes dosis provoca estado de estupor, diarreas, vómitos, e incluso puede producir parálisis respiratoria Muy utilizada tradicionalmente la decocción de las raíces, corteza y tallos para bajar la fiebre y como tónico estomacal antes de las comidas. La corteza se recoge tanto en las ramas como en las raíces; una vez limpia se seca al sol o secadero a temperatura no mayor de 50.º
Numerosos ensayos clínicos demuestran su actividad antibacteriana y antifúngica en el tratamiento local de la vaginosis basteriana, y otros muchos encaminados a tratar afecciones, como la diabetes y el síndrome de ovario poliquístico. También su efecto hipolipemiante y su acción vasorelajante y antiarrítmica en la taquicardia ventricular.
Aunque no se han descrito fenómenos tóxicos relacionados con el agracejo, la mayoría de autores coinciden en la necesidad de tener precaución en su uso ante la potencial toxicidad. Su uso en la actualidad se encuentra muy restringido. La Comisión E recomienda que mientras no esté documentada su efectividad, no es recomendable su utilización terapéutica.