El Senecio vulgaris, llamado comúnmente senecio común, flor amarilla, hierba cana, cineraria, azuzón, buen varón o yuyito es una planta anual ruderal de distribución cosmopolita de la familia Asteraceae. Es una hierba erecta, con tallos rojizos estriados y ramosos de pocos cm de altura, hojas medias persistentes y las inferiores generalmente caducas, con pelos tectores y flores amarillentas tubulosas agrupadas en capítulos cilíndricos reunidos en corimbos densos. Los frutos son aquenios ovoides con vilanos. La floración y la fructificación tiene lugar de febrero a mayo. Se trata de una mala hierba común en huertos y jardines de la mayoría de las regiones templadas del planeta, la encontraremos en cunetas, herbazales, pastizales, cultivos, paredes y techos entejados. Su nombre científico senecio deriva del latín senecio – significa anciano, hombre viejo haciendo referencia a que sus hojas se vuelven canosas ya en primavera, como lo hacen los cabellos, el epíteto vulgaris significa «común».

El senecio ha sido utilizado en medicina tradicional por su acción emenagoga – acelera la menstruación y calma los dolores que la preceden. Se recolectan las sumidades floridas, justo antes de que broten las flores y se dejan secar bien. Contiene alcaloides pirrolizidínicos (senecifilina y senecionina), flavonoides (glucósidos del quercetol) y trazas de aceite esencial. Toda la planta contiene alcaloides (0,05-01%): espartioidina, integerrimina, retrorsina, senecifilina, senecionina, usaramina. Sales minerales, resina, mucílago, sales de potasio, taninos, rutina, vitamina C, inulina, glucosa. En fitoterapia quizás se más empleada la sumidad florida de Jacobaea vulgaris Gaertn.(Senecio jacobaea L.) muy conocida por su potencial tóxico desde la antigüedad. El senecio además ha sido popularmente empleado como sedante, hemostático y vulnerario para la cicatrización de heridas. Si quieres conocer más sobre fitoterapia y el uso seguro de las plantas medicinales, descubre nuestra formación online.
Se ha utilizado desde época medieval hasta mediados de siglo XX para el tratamiento de metrorragias, gingivitis, anemias, nerviosismo exagerado y fiebres intermitentes. Se empleaba machacada para tratar afecciones generales de la piel y hemorroides, en zumo extrayendo jugo y endulzándolo para regularizar o provocar la menstruación, también en decocción, infusión, jarabe y extracto fluido.
A día de hoy la Comisión E desaconseja su uso a no estar suficientemente demostrada su utilidad terapéutica, así como por el posible riesgo derivado de su contenido en alcaloides pirrolizidínicos. En dosis altas resulta hepatotóxica y carcinogénica, la senecionina irrita el hígado y provoca lesiones y cirrosis. Contraindicada por supuesto en el embarazo por su acción congestiva del útero. La venta al público de la planta entera está prohibida o restringida por razón de su toxicidad – especie tóxica incluida en la Orden SCO/190/2004, de 28 de enero, por la que se establece la lista de plantas cuya venta al público queda prohibida o restringida por razón de toxicidad. (BOE 32, 6 de febrero de 2004).
