Un personaje fascinante y un libro cuando menos interesante.

Paracelso, un hombre visionario, quizás adelantado a su tiempo, con una vida muy controvertida. Para unos un gran médico, para otros, un gran mago.
Revolucionó por completo la medicina clásica al crear los primeros “fármacos” basados en las propiedades químicas de distintas sustancias en una época en la que se creía que solo las plantas y hierbas podían ser útiles.
Fue el primero en describir la clínica de algunas enfermedades infecciosas como la sífilis y en tratarla usando mercurio, también inventó el láudano, una mezcla de alcohol y opio considerada uno de los primeros analgésicos.
Fue el primero en defender la conexión entre lo emocional y lo físico, en afirmar que nuestras emociones podían influir en nuestro estado de salud.
A Paracelso debemos esta gran máxima «Dosis sola facit venenum» (la dosis hace al veneno) fue el primero en entender que ciertos venenos, administrados en pequeñas dosis, podían funcionar óptimamente como medicamentos, por ello es considerado el «padre de la toxicología».