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Dentro del botiquín que nos brinda la madre naturaleza disponemos de algunas plantas que han sido tradicionalmente grandes aliadas de la salud femenina. Conviene conocerlas y aprender a beneficiarse de sus virtudes medicinales. Desde antiguo las mujeres han utilizado remedios naturales muy útiles para aliviar o curar trastornos que afectan de forma única a la mujer por sus características hormonales, la menstruación, afecciones que pueden derivar del embarazo o de la menopausia, y otras que, le afectan de forma diferente que a los hombres por condiciones fisiológicas o anatómicas, como por ejemplo en el caso de las infecciones del tracto urinario. También pueden aportar soluciones en problemas que sin ser exclusivamente femeninos, nos suelen afectar más a nosotras como la osteoporosis, la astenia, ansiedad, jaquecas o estreñimiento.
El ritmo de la menstruación de aproximadamente 28 días como promedio se aproxima al de las fases lunares por lo que las mujeres creían firmemente en la relación entre ambos ciclos, hasta tal punto de que a las menstruaciones se las llamaban “lunas”. La mujer vivía integrada en la naturaleza sintiéndose parte de ella y en ella buscaba remedios para aliviar sus males, uniendo su recolección a ritos mágicos.

Hay muchísimas plantas que nos pueden ayudar en estas patologías o situaciones propias de la salud femenina. Yo he querido acercaros hoy algunas de las que me parecen más efectivas y respaldadas por evidencia científica.
Infecciones de orina recurrentes, cistitis
Las mujeres, sobre todo durante el puerperio o la postmenopausia, suelen verse afectadas por infecciones del tracto urinario provocadas generalmente por la bacteria Escherichia coli (E. coli). Otro problema muy común en las mujeres son las cistitis de repetición, más frecuentes que en los hombres debido a su anatomía, ya que el conducto de comunicación entre la vejiga y el exterior es más corto y recto, y el espacio entre la uretra y el ano es muy reducido. Todo ello contribuye a que las bacterias intestinales penetren en el conducto urinario. Según varios informes aproximadamente tres de cada diez mujeres han sufrido al menos un episodio de cistitis cada año. Para prevenir y evitar las recaídas el fruto del arándano rojo americano (Vaccinium macrocarpon Ait.), contiene unas sustancias llamadas proantocianidinas (PAC) que se unen a las bacterias, impidiendo que se adhieran a las vías urinarias empujándolas a ser excretadas por la orina sin que puedan colonizar el tracto urinario. Cuando la infección de orina ya se ha producido debe tratarse con antibióticos urinarios pero el tratamiento conjunto con arándano rojo americano ha demostrado que reduce las recaídas y previene la aparición de cistitis en las mujeres propensas a sufrirlas. Los preparados comerciales tienen diferentes concentraciones por lo que para su dosificación deberán seguirse las indicaciones especificadas en el producto.
Plantas emenagogas
Cuando hablamos de plantas emenagogas nos referimos a todas aquellas cuyos componentes activos son capaces de estimular el flujo sanguíneo en el área de la pelvis y el útero, y en algunos casos, fomentar o facilitar la menstruación. Son muy útiles en los casos en que se interrumpe, o es muy escasa.
Las raíces de angélica común (Angelica archangelica) y de angélica china (Angelica sinensis), la raíz del perejil (Petroselinum crispum) o las hojas salvia (Salvia officinalis). Una infusión de 1 a 3 veces al día desde unos días antes de la regla, ayudará a evitar el dolor.
La angélica (Angelica archangelica L.). Sus frutos y raíces son utilizados por sus propiedades emenagogas, tónicas, estimulantes y estomacales. La parte de interés son las raíces y las semillas que se recolecta en otoño. Entre sus componentes se han descrito derivados cumarínicos, taninos, resina, almidones, azúcares y aceites esenciales. Tradicionalmente se ha empleado en infusión como digestiva y carminativa ayudando a mejorar la digestión y reducir los gases y como emenagoga para regular el ciclo y reducir el sangrado. Tonifica el aparato reproductor femenino y mantiene la función de los órganos sexuales. Estabiliza las hormonas y la menstruación. No debe tomarse durante el embarazo.
La artemisa (Artemisia vulgaris L.). Planta emenagoga, estimulante y antiespasmódica de la matriz. Se emplea en amenorrea por atonía.
La hoja y sumidad florida de la ruda (Ruta graveolens contienen entre otros un aceite esencial rico en metilnonilcetona y furanocumarinas (psoraleno, bergapteno, xantotoxina), y también heterósidos como el rutósido, el cnidiósido y el picracusiósido.La ruda es una de las plantas medicinales emenagogas más potentes que se conocen, favorece la menstruación con cualquiera de sus preparaciones. La metilnonilcetona presenta fuerte actividad oxitotócica y emenagoga. Ha sido tradicionalmente muy empleada en casos de reglas débiles e irregulares, amenorrea (falta de regla) y dismenorreas (reglas dolorosas). Se recomendaba ser tomada para aliviar este tipo de trastornos menstruales desde la semana antes que precede a la regla. Una planta totalmente contraindicada durante el embarazo, a dosis altas resulta oxitócica y abortiva .A día de hoy no se recomienda el uso terapéutico de la ruda, debido a que su eficacia no ha sido probada y al riesgo que comporta. Es una planta totalmente a evitar por las mujeres que están embarazadas, o crean que puedan estarlo por sus principios activos emenagogos (metilnonilcetona) que podría inducir el aborto involuntario.
Plantas para los trastornos de la menstruación
La salvia (Salvia officinalis). Para la antigua Grecia y Roma, esta planta estaba considerada como sagrada y se utilizaba como un remedio básico para múltiples afecciones. Es rica en flavonoides, sustancias antioxidantes. Ayuda a relajar los músculos de los intestinos y del estómago y es antiespasmódica. Esto hace que esté considerada como una de las plantas más eficaces para aliviar el vientre hinchado, los gases intestinales o los problemas de digestión. También es rica en fitoestrógenos, por lo que ayuda a regular el ciclo menstrual o a aliviar los síntomas de la menopausia. Se recomienda en menstruaciones escasas o retrasadas, así como para paliar los efectos de los calambres menstruales. También tiene un efecto estrogénico y es una de las plantas medicinales que ayuda a combatir de manera natural los síntomas de la menopausia, pues actúa ante los sofocos y modera la transpiración excesiva y los sudores nocturnos propios de esta etapa. Por vía externa, se usa en la distrofia de la mucosa vulvar o vaginal, que afecta a mujeres de todas las edades y provoca picazón y malestar. Puede tomarse en infusión simple o mixta (tres tazas al día), tintura (40 gotas diarias en tres tomas) y extracto líquido. Pueden preparase infusiones para baños de asiento o irrigaciones vaginales. También se emplea el aceite esencial, diluido en aceite para masaje o en gotas para un baño tonificante. Debe evitarse en tratamientos con estrógenos y en el embarazo y la lactancia. El aceite esencial es preferible no ingerirlo ya que en dosis altas resulta convulsionante y neurotóxico. Es importante saber que detiene el flujo de leche materna, por lo que puede ayudar en el destete.
El sauzgatillo (Vitex agnus-castus). Diversos estudios clínicos han demostrado que los frutos del sauzagatillo pueden aliviar los síntomas físicos (tensión y dolor en las mamas, fatiga, dolor de cabeza, hinchazón, etc.) y emocionales (irritabilidad, alteraciones del humor) del síndrome premenstrual, molestias que aparecen en muchas mujeres una o dos semanas antes de la regla. Se aconseja tomar 20 mg/día de extracto, por las mañanas durante varios meses. Es eficaz en períodos irregulares, dolorosos o de hemorragia abundante. Es también una aliada para la fertilidad.
La milenrama (Achillea millefolium). Es efectiva para regular la menstruación o si ésta es dolorosa. Las sumidades aéreas de la milenrama en infusión, así como su aceite esencial contienen componentes muy interesantes como el chamazuleno y otros azulenos, de actividad antiinflamatoria y antiespasmódica indicadas en el tratamiento de gastritis, dispepsias, espasmos digestivos y problemas hepatobiliares,también a nivel respiratorio para tos y resfriados. Su acción venotónica sobre las hemorroides y varices es notoria.
Aceite de semillas de onagra (Oenothera biennis). La droga vegetal está constituida por las semillas de Oenothera biennis L. o de Oenothera lamarckiana L., a partir de las cuales por prensado en frío se obtiene un aceite de excelentes propiedades muy rico en ácidos grasos esenciales poliinsaturados, fundamentalmente ácido linoleico (60 %- 70%) y gamma linolénico (10%), pertenecientes ambos al grupo de los Omega 6. Se utiliza para mejorar toda la sintomatología asociada al síndrome premenstrual, combatir las reglas dolorosas, la hinchazón, la mastodinia o sensibilidad, el dolor en los pechos, y la irritabilidad o depresión causada por los cambios hormonales. El aceite de sus semillas es útil cuando el principal síntoma de síndrome premenstrual es la tensión o el dolor en las mamas. Se presenta en forma de perlas o cápsulas de gelatina blanda y se recomienda tomar de 0,5 a 2 g al día durante la segunda mitad del ciclo menstrual. Es un aceite muy seguro, pero es recomendable hacer descansos de 15 a 30 días cada 3 o 6 meses de tratamiento, para evitar desequilibrar los niveles de omega 3 . Debe controlarse su administración en pacientes que sigan una terapia anticoagulante, debido a la acción antiagregante plaquetaria del aceite.
Las plantas con acción antiespasmódica como los capítulos florales de distintos tipos de manzanilla (Matricaria recutita, Anthemis nobilis) colaboran con la acción de las plantas emenagogas al reducir los espasmos. Otras plantas útiles son las analgésicas, como el sauce o la ulmaria.
Plantas para el embarazo y para ayudar en el parto
La raíz de jengibre (Zingiber officinale). Es un remedio natural contra náuseas y vómitos, sean cuales sean su origen, por ello es un gran aliado para ayudar con las nauseas en el embarazo.
Las hojas de frambueso (Rubus idaeus). Gracias a sus efectos tónicos y relajantes sobre la musculatura lisa del útero, reducen el dolor de las contracciones y hacen que éstas sean más productivas. Así facilita y acorta la duración del parto.
El viburno americano (Viburnum prunifolium). Es otro tónico del aparato reproductor. femenino. Estimula los músculos relajados y actúa como sedante para los dolores espasmódicos del útero. Mejora la circulación en la zona pélvica. Tiene fama de fortalecer el sistema reproductor en la mujer que ha tenido abortos espontáneos. Si se administra durante la última semana del embarazo, ayuda a normalizar las contracciones del útero y compensa las irregulares.
Plantas medicinales galactogogas o galactógenas.
Las plantas medicinales galactogogas o galactógenas estimulan la secreción de leche materna. Algunos ejemplos son la albahaca (Ocimum basilicum), la alcaravea, la alfalfa, el anís (Pimpinella anisum), la borraja, el cardo mariano (Silybum marianum), el fenogreco (Trigonella foenum-graecum) y la galega.
La decocción de las semillas sésamo (Sesamum indicum) ayuda a la producción de leche durante la lactancia materna y actúa como regulador menstrual. El sésamo es muy útil en edad de crecimiento o en cualquier época en la que el organismo esté sometido a un gran esfuerzo físico o psíquico. Es también un complemento alimenticio en situaciones de osteoporosis.
Plantas para reducir las molestias de la menopausia
La alfalfa (Medicago sativa). Se ha utilizado como antihemorrágica, antianémica, estrogénica, remineralizante, vitamínica y cicatrizante. Es una planta muy rica en isoflavonas, vitamina K y sales minerales, sobre todo hierro por lo que destaca por sus virtudes antianémicas y antihemorrágicas. Es un buen remedio para combatir la anemia que padecen muchas mujeres jóvenes y adolescentes, o la que se produce tras el embarazo o una convalecencia, por un déficit en la absorción de vitaminas y minerales. Por otro lado, posee isoflavonas con una notable acción estrogénica, muy útil para aliviar diversos trastornos del climaterio, como sofocos, sudores nocturnos y dolores lumbares. Es un buen apoyo dietético para frenar el proceso de la osteoporosis. Se toma en forma de germinados, en infusión (tres tazas al día), en tintura (50 gotas al día, disueltas en zumo), en extracto líquido y en cápsulas (de 1 a 3 al día, según la dolencia). El sabor de la alfalfa es muy suave, muy soso, puede consumirse mezclada con diferentes alimentos en ensaladas, sopas, guisos, también puede preparase té de hojas de alfalfa y encapsulada y tomarse como otros multivitamínicos. No debe utilizarse si se sigue una medicación con estrógenos, anticoagulantes o hemostáticos, a fin de no interferir en el tratamiento. En estudios de laboratorio se ha observado que puede provocar la reactivación del lupus eritematoso sistémico.
La hamamelis (Hamamelis virginiana). Además de ser recomendable para los trastornos de la menopausia, en uso externo se emplea en colirios y para activar la circulación de la piel.
Las isoflavonas de soja (Glycine max (L.) Merr.), Disminuyen los síntomas de la menopausia sin los efectos negativos de algunos medicamentos. Benefician la salud de los huesos, reduciendo la incidencia de la osteoporosis. Mejoran los niveles de colesterol malo y colesterol bueno .Para la menopausia. Las dosis diarias se establecen en 40 a 80 mg diarios, repartidos en una o dos tomas.
La raíz de cimicífuga (Cimicifuga racemosa (L.) Nutt.)se indica en la menopausia para el alivio de los sofocos, sudoración, trastornos del sueño e irritabilidad nerviosa. La dosis recomendada para las formas predosificadas (comprimidos, cápsulas, etc.) es de 40 a 140 mg al día en una toma o repartida en dos tomas (mañana y noche).
En uno y otro caso (soja y cimicifuga) algunas mujeres requieren varios meses de tratamiento para obtener el efecto deseado.