La almizclera (Erodium moschatum) es una geraniácea originaria del sur y del oeste de Europa, anual o bienal y que se caracteriza por sus hojas compuestas, con folíolos dentados, a menudo reunidos en una roseta basal. La parte más atractiva de esta planta son sus pequeñas flores de color púrpura o violeta-azulado, con venas más o menos oscuras que aparecen desde primavera hasta verano, agrupadas en umbelas. Miden alrededor de un cm, y una vez polinizadas producen frutos marrones o blancos en cuyo interior encontraremos las semillas. Toda la planta desprende un fuerte olor a almizcle, motivo por el que se le dio el nombre común de almizclera, aunque también es conocida como geranio de almizcle, tintones o hierba del moro. Su nombre científico Erodium, deriva del griego erodios, que se traduce como » garza» haciendo referencia al largo pico del fruto, moschatum es un epíteto latino. Es una planta que podremos observar en nuestro entorno. Sus flores aparecerán con los primeros rayos de sol de la primavera en las aceras y jardines de nuestras ciudades, cunetas, lugares abandonados, escombreras; en general en todo en todo tipo de suelos pudiendo incluso desarrollarse en macetas y jardineras si tiene oportunidad.

La almizclera ha sido empleada en medicina popular como astringente, hemostática y cicatrizante, así como para elaborar perfumes. Hoy en día se ha comprobado que sus efectos son bastante moderados y es preferible sustituirla por otras plantas más eficaces. No se ha usado mucho y está incluida en muy pocos preparados farmacéuticos. Esta especie Erodium moschatum se halla muy próxima a la conocida como afileres o alfilerillo de pastor (Erodium cicutarium). Ambas además de ser confundidas comparten además de numerosas denominaciones vulgares las mismas propiedades medicinales, así como con la hierba de San Roberto (Geranium robertianum).
Tradicionalmente se empleaba la parte aérea recolectada un poco antes de la floración total (hojas y tallos desecados) . En su composición se han descrito flavonoides, aceite esencial, taninos, cafeína y saponinas. Entre sus propiedades se ha utilizado como astringente intestinal en casos de diarreas, como vasoconstrictor y hemostático de uso general, y como antihemorrágico y cicatrizante. También como diurético y depurativo y como diaforético para tratar fiebres tifoideas. Tomada la planta seca en infusión ha sido bastante empleada en casos de hemorragias uterinas y para reducir las menstruaciones profusas, regularizarlas y mitigar sus molestias gracias a su acción hemostática especialmente a nivel uterino.
Externamente se puede aplicar las hojas machacadas a modo de emplasto o compresas empapadas en la decocción para ayudar a limpiar llagas y heridas, lavar picaduras de insectos, mordeduras y otras infecciones de la piel.
La roseta basal se consumía antiguamente hervida como verdura. Se recolectaban las hojas en otoño e invierno siempre tiernas y antes de la floración. Es además una planta muy apreciada como forraje para alimentar al ganado