Una de las tradiciones que más bonitas me parecen para honrar la noche de San Juan, es sin duda la de confeccionar el ramo de San Juan. Un precioso ritual de purificación que consiste en recolectar al menos siete hierbas diferentes con las que hacer un ramo que se deja reposar toda la noche metido en agua procedente de siete fuentes diferentes.

Según las antiguas tradiciones el ramo de San Juan protege el hogar durante esta mágica noche y ahuyenta el mal de ojo, la envidia y a las brujas. La mañana del 24 de junio se utiliza su agua para lavarse al menos la cara en un ritual de purificación, pero también de belleza.
Hay muchas referencias distintas sobre cuales son las 7 hierbas mágicas o medicinales a incluir en el ramo de San juan, pero si hay consenso en algo es que el hipérico o hierba de San Juan es la protagonista indispensable. Entre las más incluidas están el romero, el hinojo, la malva, la hierbaluisa, el helecho macho y el codeso. Son muchos también los que le añaden hojas de sauco, nogal, roble o laurel por tratarse de árboles sagrados a los que también se les atribuyen propiedades medicinales. La verbena, la rosa silvestre, la dedalera o el lirio amarillo también suelen ser utilizados.
Aquí en mi tierra, el País Vasco, tenemos varias y muy bonitas tradiciones para esta noche tan especial. El día de San Juan, con el rocío de la mañana, se recogen hierbas y flores de temporada y se colocan delante de la puerta de casa durante todo el día para tener que pasar sobre ellas cada vez que se entra o sale de casa. También se acostumbra a preparar los ramos de flores con flores de San Juan que se dejan en casa para que se vayan secando. Los días de fuerte tormenta se coge un poco de hierba del ramo ya seco, se introduce en un recipiente y se quema delante de la puerta de casa para protegerla de los rayos. Transcurrido un año, se arroja el ramo seco a la hoguera de San Juan, y se canta
‘Sugiak eta zapuak erre’ (¡Quema los sapos y las culebras!);
‘Artua eta garixa gorde’ (¡Protege el maíz y el trigo!);
‘Biba, biba San Juan!’ (¡Viva, viva, San Juan!).
También es costumbre hacer cruces con sauce o espino albar y colocarlas la parte superior de las puertas, hasta el día de San Juan del año siguiente.